Mi principal motivación para ser una au pair en los Estados Unidos fue el querer vivir un año de mi vida completamente inmersa en el estilo de vida y cultura de otras personas. Deseaba explorar un país nuevo, probar comidas nuevas, aprender otra lengua, conocer otra gente y aprender lo que significaba vivir en USA. Por supuesto que trabajar con niños fue genial porque pasar tiempo con ellos es divertido, y a pesar de ser una responsabilidad muy grande, si amas lo que haces, serás feliz cumpliendo con tus responsabilidades diarias con los niños.
Antes de comenzar mi programa, había leído mucho sobre las experiencias de otras au pairs y sabía que era algo que quería experimentar por mí misma. Buscaba un lugar al que pudiera llamar “segundo hogar”, con una familia que me aceptara como un miembro nuevo de su familia y una experiencia inolvidable que al mismo tiempo me permitiera mejorar mi inglés.
Gracias al tiempo que viví como una au pair, mi vida ha cambiado por completo. He descubierto tantas cosas sobre mí misma que no estoy segura de haberlas podido descubrir si no me hubiera ido. Me sorprendí al descubrir que tengo mucha más paciencia de la que creía y al saber que soy una persona mucho más persistente y segura tras haber tenido que lidiar con diferentes situaciones por mi cuenta y siendo 100% responsable de mis decisiones.
Cuando regresé a Argentina, encontré un trabajo de tiempo completo y finalmente salí de mi casa y me fui a vivir sola por primera vez. Ser una au pair me permitió experimentar la independencia, me dio seguridad y un mayor sentido de libertad en mi vida.